Estos términos son sinónimos de estructuras delgadas fabricadas en resina en el consultorio o en porcelana (cerámica) en un laboratorio, teniendo diferente grosor dependiendo del caso. Cuando estas estructuras son muy delgadas hablamos de lentes, cuando tienen un grosor medio hablamos de láminas o carillas. Muchos relacionan el término carillas con desgaste de diente natural, sin embargo, en la mayoría de los casos esto no es necesario, la prioridad siempre es conservar el esmalte dental, pero, de ser necesario se realizan desgastes con mínima invasión en el esmalte dental.
Son estructuras en forma de láminas fabricadas en un laboratorio dental. Se cementan o adhieren sobre el diente natural al que previamente se le ha acondicionado el esmalte con adhesivos. En algunos casos, es necesario reducir una mínima parte de la superficie dental (esmalte) para crear un margen definido donde va a encajar la lámina o carilla.
El composite o resina es una pasta que coloca el odontólogo directamente sobre el diente sin ser desgastado el esmalte dental, se endurece con una luz halógena adquiriendo una consistencia dura. Las carillas de composite son reversibles, se puede retocar o realizar algún cambio deseado por el paciente al instante de terminar el procedimiento.
Aunque la prioridad es preservar la estructura del diente, en algunos casos se realiza preparación o tallado con el fin de crear un espacio o un margen definido donde se va asentar la carilla o lámina.
Es indoloro, no es necesario el uso de anestesia dado que no genera traumatismo, ni sensibilidad.
Para las láminas de porcelana son necesarias dos visitas. La primera para preparar los dientes y tomar registros que son enviados al laboratorio y la segunda para adherir las láminas sobre los dientes. La primera visita puede incluir el análisis clínico y de radiografías. Cuando los casos son complejos se pueden hacer análisis sobre modelos o computarizados para tener una predicción mas cercana al resultado final.
Para las láminas de composite o resina solo es necesaria una sesión. El odontólogo coloca el composite o resina a modo de escultura, lo endurece, lo pule y abrillanta en el mismo día. De igual manera también puede requerir análisis radiográficos, análisis de modelos o computarizados.
Las carillas o láminas de porcelana duran entre 10 a 15 años. Las carillas de resina duran entre 2 a 5 años, sin embargo, hay que tener en cuenta detalles como por ejemplo el trabajo del especialista o los hábitos del paciente. Las láminas de resina se desgastan más rápido cuando el paciente se cepilla los dientes con mucha fuerza o usa cremas dentales blanqueadoras. Si en unos años las láminas están desgastadas, el color de los dientes naturales se traslucirá haciendo que se vea menos blanco. Si las láminas están muy desgastadas se puede reemplazar por unas nuevas con un color diferente si el paciente lo desea.
En la parte superior se colocan entre 6 a 12 láminas (Lentes o Carillas) de porcelana o resina para abarcar la amplitud de la sonrisa. También se pueden colocar entre 6 a 12 láminas en la parte inferior.
Las láminas de porcelana y resina se le pueden realizar a pacientes de cualquier edad.
• No comer uñas (Onicofagia)
• Buena higiene oral en casa para evitar manchas no deseadas.
• Realizar cada tres o cuatro meses una profilaxis o limpieza dental en el consultorio.
• Evitar morder alimentos u objetos duros.
Si la intención es mejorar el color debemos usar una resina con un tono más blanco del que quiere el paciente, para ello se realiza una capa muy delgada que evitará los sobrecontornos o dientes aún más grandes, al hacer la capa muy delgada se puede traslucir un poco el tono del diente natural.
Sí, los materiales se pueden moldear o fabricar con mayor tamaño, siempre y cuando se respete el ancho de la base del diente y el margen de la encía, para evitar problemas periodontales o de encías.
Lo ideal es cerrar los espacios con ortodoncia. En el caso de que haya espacios y los dientes sean pequeños, podemos cerrar los espacios y aumentar el tamaño del diente con las láminas siempre y cuando no exageremos en las proporciones. En casos como la Discrepancia de Bolton donde los espacios no pueden ser cerrados con ortodoncia, se pueden realizar las láminas con fines estéticos y funcionales.
Las láminas de resina pueden verse menos blancas con el paso del tiempo por dos razones:
1. Acumulo de placa bacteriana (cálculos) y manchas extrínsecas (comida, bebidas y cigarrillo).
2. Desgaste del grosor de la lámina. Esto puede suceder si el cepillado es muy fuerte o si usa cremas dentales blanqueadoras ya que éstas generan un efecto de fricción que va desgastando la lámina al punto que se puede observar el color del diente natural.
Las láminas de resina tienden a mancharse en la superficie y sobre todo alrededor de las encías y en medio de los dientes con el paso del tiempo; sin embargo, esto depende de los hábitos de alimentación y limpieza del paciente. Para evitar que las láminas se manchen se le recomienda al paciente que lave sus dientes cada vez que consuma un alimento, dado que si los dientes permanecen sin lavarse más de 15 minutos las manchas se irán adhiriendo. Si las láminas de resina se ven menos blancas, usted puede pedir una cita para una limpieza dental y observar que el color se vuelve a tornar un poco más blanco.
Los dientes deben estar alineados de lo contrario el efecto estético no será el deseado y podrían fracasar las láminas ( fracturas totales o parciales de la lámina por mal ajuste de la mordida), Si sus dientes están desalineados es mejor que inicie un tratamiento de ortodoncia, así podremos asegurarnos de que su tratamiento con láminas de resina o porcelana tendrán éxito.
Los dientes naturales estarán intactos siempre y cuando no hayan sido desgastados.
Sí, se puede detectar y tratar eficazmente. Las láminas de porcelana o resina no son una barrera para detectar caries o anomalías estructurales en los dientes
Las láminas o carillas de resina o de porcelana son usadas con el fin de mejorar el aspecto de los dientes y la sonrisa, así como también la parte funcional. Las láminas o carillas son la solución estética a problemas estructurales de los dientes como:
• Defectos en el esmalte o la dentina.
• Manchas intrínsecas.
• Desgaste moderados a severos
• Múltiples caries
• Múltiples restauraciones
• Corrección de espacios o diastemas.
• O simplemente hacer unos dientes más blancos y uniformes.
Todos los materiales adheridos a la superficie de los dientes tienen riego de fracturarse si se genera una fuerza excesiva, como por ejemplo, morder hielo. Hoy en día los materiales y protocolos adhesivos han mejorado sus propiedades para permitir unas láminas o carillas más estables y duraderas; sumado a esto, es im-portante la experiencia del odontólogo.
Por lo general no hay sensibilidad y si se presenta es temporal. Las zonas sensibles de los dientes naturales son cubiertas por las láminas.
Los materiales con los que se realiza el Perfeccionamiento Dental generan unas microporosidades que no afectan la integridad del esmalte. Si el paciente en un futuro quiere retirarse las láminas, esas microporosidades se pueden volver a remineralizar por el esmalte mismo.
La parte funcional se ve comprometida en un 100%, muchas veces los desgastes de los dientes con el paso de los años generan contactos irregulares y problemas de la articulación temporomandibular, pero en el momento en que se devuelve el tamaño con las láminas, se forman nuevos puntos de contacto más balanceados.
La realización de un Perfeccionamiento Dental es recomendada también en casos de Bruxismo (hábito de apretar fuertemente los dientes superiores con los inferiores) pues se le devuelve al paciente no sólo el tamaño que ha perdido con el desgaste sino nuevos puntos ideales de contacto que evitan que siga rechinando sus dientes.